30 noviembre 2005

Aprobado en masturbación!

Tenía que descubrir el autoplacer porque lo de follar está de puta madre, pero lo de tocarse tiene que ser divertido, no?

Lo primero que he hecho ha sido depilarme bastante, casi todo, así me quedan los labios muy suavecitos y dan ganas de tocarse todo el día, desde los labios hasta el mohicano de la cumbre.

Luego empecé a acariciarme pero no lograba pensar en nada excitante, venían un montón de ideas locas a mi cabeza pero nada sexual. Lo de ponerme una peli porno u otro material gráfico no me ponía nada, así que empecé a pensar creativamente.

Agarré un bote de lubricante en gel y empecé a echármelo por la zona. Me tumbé en pelotas sobre la cama, cerré los ojos y comencé a pensar en situaciones excitantes que había vivido. Me toqué con los dedos rememorando la fricción de una polla. La humedad del gel lo hacía mucho más suave y más rápido. Me estaba gustando. Subí con mi mano por la cintura hasta recorrer mi pecho y llegar a mi pezón, con el que jugué hasta dejarlo de punta. Seguía navegándome con la otra mano. Cada vez iba más rápido, me estaba excitando, pero me estaba provocando un efecto secundario: el deseo de querer ser follada.Me sentía rara aunque me estaba gustando.

Escuché un ruido y abrí los ojos, en la puerta de la habitación estaba él, espiándome el muy capullo y yo pensando que estaba en el garaje cambiando el aceite!. Me fijé en el bulto de su pantalón y eso sí que me puso cardiaca perdida. Se acercó a la cama y le bajé el pantalón. Se arrodilló al lado de mi cabeza y me metí su polla en la boca. Mientras con su mano me hacía un trabajito. ¡Joder!, no estaba yo para más juegos de manos pero me castigó hasta que le tuve que rogar que me follara mientras me seguía pajeando con bastante éxito. Al final me dejó follarle y tuve un orgasmazo cojonudo.

Así es como me gustan las pajas!! Me voy a aficionar.

27 noviembre 2005

Insomnio

Siempre dormimos abrazados, hasta que empezamos a sentirnos incómodos y nos vamos cada uno a nuestro lado. Por las noches nos dejamos dormir, pero algunas noches, un amante inesperado empieza a meterme mano de una manera que mi pareja no lo haría.

Es curioso, pero creo que él lo hace dormido, aunque la forma de tocarme no es "la de siempre", de repente se convierte en un amante sensual que me visita en sueños, me pilla adormilada y me despierta con suavidad mientras me quita la ropa. Cuando estoy desnuda entre sus brazos, empieza a estrujarme con fuerza, me abraza y me acerca a su cuerpo. El contacto con los pelitos de su pecho me pone los pelos de punta. Embiste su polla contra mi culo, como muestra de poder. Me da la vuelta y me besa el cuello, me muerde y me chuperretea los pezones mientras baja su mano a mi entrepierna y juega con los pelitos de mi pubis. Baja su lengua por mi ombligo hasta hundirse entre mis piernas. Mueve frenética su lengua entre mis labios, arqueo mi espalda y separo mis rodillas para abrir mi sexo. Me moja y me mojo, me excita y noto que me expando. Necesito que me folle. El lo sabe y sube hasta mi boca, tiene los labios empapados en mis jugos. Me como esa boca lujuriosa mientras él me la clava. Mueve con rapidez su pubis. Mientras le toco el pecho, pierdo mis dedos entre sus pelitos, busco sus pezones. Subo mis manos a sus hombros fuertes, a sus biceps en tensión. Me encanta sentir esa fuerza sobre mí. Bajo por su abdomen hasta su polla, la noto entrar y salir con la mano.

Gime sobre mí. Lo tiro a mi lado para que se ponga debajo. Me subo encima y me apoyo a horcajadas sobre su polla, empiezo a cabalgarlo y cojo sus manos y las pongo sobre mis tetas que se bambolean incómodamente. Me las aprieta con fuerza y yo acelero mi ritmo. Empiezo a sentir "eso" en el bajo abdomen, cuando ya sé que voy a tener un orgasmo y puedo sentir cómo se hinchan mis labios mayores, cómo se separa y se abre mi coño para dejarse frotar por el entrar y salir de la polla. Con la luz apagada, sólo me concentro en los ruidos, el tacto y los olores. No me doy cuenta y le araño el pecho, me agarro de sus brazos, él tensa sus bíceps porque sabe que me pone, es como tener una polla más en cada mano. Me encanta... me pone. Le sigo cabalgando, pero me voy a caer, ya tengo la boca abierta y noto un hilillo de baba desde mi boca a su cara. El me coge por la cintura y me aprieta más contra él. Ya me estoy yendo y noto cómo sus pelotas duras me golpean en el culo. Luego caigo encima suya y le beso con la boca aún jugosa por las babas del placer.

Uf! qué mala noche he pasao...

25 noviembre 2005

Mujer contra mujer

Nos abrazábamos desnudas delante de ellos, besándonos de rodillas sobre la cama. Ella tenía una boca jugosa y suave.

Era difícil acariciar un cuerpo de mujer, era raro abrazar otros pechos y notar cerca del pubis otro pubis. Ella era una ninfa de 40 con las ganas de una de 20.
Era un ejercicio de sentirse hombre y de intentar pensar con la sangre acumulada en la inexistente polla. Era fácil pensar que eras él y la querías hacer gemir y derretirse entre tus brazos.

Era excitante pensar en ellos excitados contemplando la escena en silencio, con la mano nerviosa en su polla.

La puse delante de mí, frente a ellos, mi pecho en su espalda, mi boca en su cuello, mi mano en su pecho, afilando sus pezones y acariciando su cintura. No pensaba en ella, pensaba que era él, me empalmaba y le clavaba mi polla en el culo.
Notaba que se retorcía entre mis brazos y yo esquivaba llegar hasta su coño, quería mojar mi mano en la primera visita.

La apretaba contra mí agarrándola por su cintura. Era él, el que se la iba a follar, le susurraba al oído "hueles muy bien" y le calaba la lengua hasta el tímpano, ella se estremecía y se reía entre mis manos, como una niña. Era un juego de chicas que juegan a ser hombres, de mujeres que juegan a ser lolitas, de pelis porno sin guión y sin pantalla, de actrices en directo y en privado, de voyeurs de lo propio y lo prohibido.

Parecía un sueño. Era el sueño de ser hombre y notar el poder de hacer derretirse a una mujer en tus manos, un sueño alimentado por la excitación de ellos.
Daba igual no ser lesbiana, daba igual no sentir placer con aquel cuerpo, el verdadero placer venía con el deseo que generábamos en ellos, aguantando el poder tocarnos y follarnos.

A veces más que lo que das o lo que recibes, excita saber lo mucho que le estás excitando.

PS: La verdad es que una vez escrito, parece un cuento.

23 noviembre 2005

CONSULTORIO: Cambio de rol

Otra consulta más que nos llega. Me gustaría decir que me las invento yo, pero los lectores superan mi imaginación con creces!!

Me encantan vuestros blogs y me gustaría usaros de "conejitas de indias", a ver si me explico. Quiero preguntaros acerca de una de mis fantasías, mejor dicho es "la fantasía" por excelencia. Desde que mi niña comparte cama revuelta conmigo he fantaseado con esto, probablemente vaya a ser un fiasco, con tanta expectación.

Me excita en sobremanera que ella me de una buena follada o que me haga el amor tiernamente, que me bese mientras me lo hace, que me muerda el cuello o me arañe la espalda, pero que haga todo eso mientras ella esta dentro de mi, me volvería loco. Ya, ya se que es algo extraño, decían por ahí que un cambio de rol, ahora bien ¿Quién tiene claro su papel?.

No hemos practicado el sexo anal, a mi me encanta hacerle el amor y a ella tampoco le resulta agradable la idea, pero me da un palo enorme pedirle a ella que me lo haga a mi. Claro que no voy a aparecer en casa con un arnés y un dildo en plan sorpresa!! La estrategia ha sido elaborada y según llega el momento final me entra el canguelis, por eso necesito una opinión (empujón), o varias, mejor aún.

Claro que sabe que me gusta que me toquen el perineo, incluso que me lo estimulen con un vibrador (sabe a gloria), que me aprieten en el culete mientras lo hacemos y la posición lo permite, que me metan un dedito (sobre todo le gusta hacerlo en la ducha), una pajilla mañanera haciendo el trenecito (normalmente viene acompañada por un -hay que ver como estamos- y besitos en el cuello), la penúltima etapa y definitivamente obvia es ponerle el culo en pompa y pedirle que me lo haga (preferiblemente hacerlo en medio de un buen calenton). De momento me tiene bloqueado.

¿Cual será su reacción? ¿Saldrá corriendo? ¿Se morirá de la risa? ¿Me empezara a llamar nenita delante de su madre? o de la mía, eso seria definitivamente peor... Hay posibilidades de que se ponga seria y me diga, -oye macho para mi que tu eres algo mariquita-, esa es la que menos me preocupa, a mi lo que me gusta es que me lo haga ella, con ese cuerpito, sus muslos contra los míos, su pubis contra mis cachetes..

Gracias por leerme, y por cualquier tipo de comentario.. besos!!


AL ataqueeer!!

No es nada anormal lo de tener fantasías de ese tipo, muchos hombres (y muchas mujeres también!!) rechazan el sexo anal porque parece que les quita "hombría". El caso es que se pierden una parte importante del placer masculino (y femenino!!).

Lo de invitarla a que te folle me parece cojonudo, ahora, lo de llegar a casa con un arnés, me parece fuertecillo. Sin conocerla a ella, no sé qué pensará, pero si tiene cierto rechazo, quizá se asuste un poco.

Yo que tú intentaría probar con algo más "light" , por ejemplo cómprate unas bolitas anales, o un rosario de bolas, e introdúcetelas tú mismo sin que ella lo sepa (o si?), cuando estéis en plena acción y si se presta a ello, sugiérele que las manipule (el rosario de bolas suele llevar una anillita al final para moverlo, sacarlo y meterlo), por ejemplo mientras te hace una mamadita de buen rollo. Esto te volverá loco!.

Es difícil llegar a esa zona en otras posturas, pero tú pones el límite.

Que lo disfrutes, ya nos lo contarás!

A ver que te recomiendan las otras "salidas" y los salidos adjuntos :-P

22 noviembre 2005

CONSULTORIO: La masturbación

A falta de narrar polvos, menos mal que nos queda el consultorio:

"Hola!

Soy una lectora de vuestro blog y se me ha ocurrido poner algo en común con todos vosotros.

Acabo de tener un orgasmo, no un orgasmo cualquiera, uno de los buenos, de esos que te hacen gemir y crees llegar a morir de placer... Pero mi novio no está aquí, ni mi amante, ni el butanero, ni el fontanero. Yo misma me he producido el orgasmo, y es sobre eso de lo que quería hablar; de la masturbación.

Parece el tema "prohibido" para muchas personas, y más trantándose de nosotras las mujeres... Soy de las que piensa que tod@s nos masturbamos, aunque alguno no lo quiera reconocer. ¿Por qué negarnos ese placer al cuerpo?

Me masturbo, me masturbo en cuanto tengo ocasión y lo hago porque me gusta. Muchas cosas me excitan, como ver fotos de mujeres, y en especial un par de buenas lesbianas, aunque me considero completamente heterosexual, ¿esto es raro?, ¿qué creeis?.

La forma que a mi más me gusta es frotándome el clítoris con movimientos circulares y variando de velocidad, pero nada de tocamientos cercanos, directamente el clítoris, con una mano me sujeto los labios y la otra ya hace su labor. Para un mejor orgasmo necesito tener las piernas en alto y contra más abiertas mejor.

¿Y vosotros como os masturbais? Espero que no tengáis pelos en la lengua y os atreváis a contarlo igual que lo he hecho yo.

Un saludo."


Como soy la que chequea el buzón, te contesto primero:

Y de paso salgo del armario de la masturbación: NO ME MASTURBO. Descubrí el sexo compartido antes que individual, aunque tuve curiosidad por tocarme, nunca lo hice para darme placer, ni lo intenté ni lo conseguí "de casualidad". Mi juguete lo descubrí a través de otras manos, al principio un poco torpes, lo cual me hizo rechazar totalmente que me tocaran, pero dí con el tío apropiado y me descubrió el gran placer que me estaba perdiendo (bueno, tenía 15 ó 16 años, tampoco me lo perdía hacía tanto tiempo...). Luego ya, a los 17 añitos descubrí el folleteo, y he tenido la suerte de tenerlo siempre que me daba un calentón, o por lo menos de no necesitar tocarme. (Ahora preguntaré yo si es raro todo esto????).

Hace muchos años que tengo pareja estable y convive conmigo, siempre que quiero "marcha", la consigo compartida, no me llama la atención lo de tocarme y si lo hago a veces es para precalentarle a él mientras me mira!! (Creo que ni siquiera sé masturbarme :( ¿Es raro?

Ver fotos no me excita, ni de tíos ni de tías, me excitan algunos vídeos porno o leer algunos relatos porque me parecen más interactivos y me hacen "participar" mentalmente en la escena. Sin embargo escribí un relato "lesbiano" y me produjo un calentón bastante considerable, mientras lo escribía. ¿Eso me hace lesbiana?. Me gustan las mujeres desnudas, me parecen preciosas, pero donde este una polla empalmada, que se quiten tetas y almejillas. Como juego, tocar y besar a una mujer es muy placentero (somos muy suaves y tenemos muchas curvitas), pero al final siempre echo de menos algo dentro de mí.

Pelos en la lengua no tengo, a ver las otras chicas ;)

PS: Tu correo me ha recordado al típico piropo de albañil: "No tengo pelos en la lengua porque tú no quieres"

Gemidos masculinos

Formábamos una pandilla de unos 12 o 13 personas entre chicos y chicas. Teníamos una media de 15 años o así y cada un@ se había liado por lo menos con uno o dos del sexo opuesto. Yo misma llevaba un ranking de dos pibes y eso que hacía sólo un mes y medio que andaba por esa zona costera.

JA había sido mi descubridor de las pollas y mi instructor de las pajillas. Cada vez que nos veíamos nos íbamos a un sitio oscuro a meternos mano y a hacernos pajillas, sobre todo yo a él, porque tras experimentado diversas torpezas masculinas, yo pasaba de ser "conejillo" de indias de nadie....Con JA hubo muy buen rollo desde siempre, incluso tras dejar de ser "novios" pudimos ser amigos.

Después vino I. El caso de I fué distinto. El se enteró de que yo "hacía pajas" y como JA y yo habíamos "quedado como amigos" empezó a tirarme los tejos a saco, a todas horas. A mí me cansaba un poco aquello, pero realmente me apetecía enrollarme con él. Era el tío más grande de la pandilla, el chulillo y algo gilipollas. Nos enrollamos en un portal de una finca, empezamos con los morreillos y metemanos típicas. Al cabo del rato noté que el tío se estaba empalmando y me apeteció tocarle la polla por encima del pantalón. El aceleró sus morreos y me acercaba más a él mientras me metía mano. Nos sentamos en un escalón, le desabroché el pantalón y le saqué la polla. (Con JA había desarrollado una gran destreza en el arte de "sacar pájaros de su jaula", no necesitaba ni mirar.)

La polla de I -por el recorrido de mi mano- era bastante grande, por lo menos más que la de JA. La calidad de mis pajas había mejorado bastante, ya la agarraba con fuerza y la meneaba a la velocidad adecuada, había tenido buen maestro. Me concentré en mirar la polla mientras le pajeaba. También miraba su cara, el tío ponía una cara entre placer y sufrimiento, incluso llegué a pensar que lo estaba haciendo mal, pero fué enconces cuando empezó a gemir. Aquellos gemidos pajilleros me calaron hondo, veía sus ojos cerrados, su boca abierta y me impresionó oir gemir a un tío, me resultaba poco masculino :-O pero me encantó.

Ese tío siempre gemía con las pajas, me parecía algo genial, me dejaba hipnotizada, desconectaba totalmente cuando gemía. Un día me fuí al baño y se metió dentro, conmigo. A mí no me importó porque iba algo piripi, meé mientras él me miraba y se la empezó a menear allí mismo. A mí me importó bastante poco, terminé mi faena y me puse a su lado a ayudarle, el tío se empezó a excitar más y más y empezó a gemir. Creo que me hice adicta a sus gemidos y necesitaba oirlos y verle la cara. No tenía ningún vínculo afectivo con él, pero me encantaba verlo y sobre todo oirlo gozar.

Una de las últimas pajillas antes de abandonar aquella playa, fué en casa de JA. Habíamos quedado toda la pandilla para ver una peli porno. Era un poco coñazo y nos quedamos en la casa unos cuantos. El propio JA y R se fueron de allí. Mi rollito I comenzó a ponerse cariñoso conmigo. Yo tenía ganas de marcha y de oirle. El me cogió la mano y me llevó a una habitación. Nos empezamos a besar y nos quitamos algo de ropa, aunque éramos jóvenes para follar, pero la oscuridad nos arropaba y el alcohol nos desinhibía. De nuevo acabé con esa polla que tanto conocía en la mano, y comencé a menearla, recuerdo haber pensado que sólo tocaba pollas duras y me parecía que ese era su estado natural. No le veía la cara pero tocaba su boca con mis dedos, tenía la boca abierta y húmeda, pude imaginar su cara de placer. Eso me hizo acelerar mi mano lo que provocó empezar a oir sus gemidos. La oscuridad me hacían concentrarme completamente en ellos y disfrutar con su "música". Acababa con un jadeo progresivo que terminaba mojando el dorso de mi mano. Y ahí ya sabía que tenía que parar.

Aquello me costó un disgustillo con JA, ya que era su cama, pero creo que me perdonó.

¿Te ponen los gemidos?

PS: I sigue siendo un gilipollas, ahora casado y con hijos. Ví a JA hace unos años, estaba buenísimo el cabrón, encantador y simpático.

16 noviembre 2005

Me encanta su casa

Fui al cumpleaños.
Había hablado antes con Sergio, y le había contado mis intenciones. El no conocía directamente al homenajeado, con lo que no estaba invitado, aunque si había a un amigo común.
Cuando llegué a la fiesta, estaba allí. Me sorprendí. Me alegré. Me excité.
Alto, moreno, un cuerpo musculoso y perfecto hacía que mis pensamientos volaran hacia su más intimos rinconcitos.
Me acerqué a el. Nos miramos a los ojos, y sonreimos. No apartamos nuestras miradas, que empezaban a ser insinuantes, insultantes, indecentes. Aguantamos unos segundos, los suficientes para transmitir los deseos y sucios pensamientos que teníamos ambos en mente.
Me cogió de la cintura, y suavemente bajó su mano hasta mi culo.
Me acercó a el, y me presionó sobre su cuerpo. Se acercó a mi oído y me susurró "vámonos".

Su casa estaba a 200m de donde nos encontrábamos.
Fuimos despacio. Sin decir palabra. Sin tocarnos.
Entramos al portal y subimos en ascensor hasta su piso. Llegamos a la puerta de entrada a su casa e hizo ademán de meter la llave en la cerradura, de espaldas a mi, le abracé desde atrás, acariciando sus pectorales, duros como una roca, bajando hasta su estómago y continuando hasta su paquete.
Su respiración cambió y se volvió más acelerada.
Se dió la vuelta agarrándome del pelo y comenzando a besarme por boca, ojos, cuello, y bajando besándome los pechos por encima de la ropa. Sus manos no paraban de acariciarme, agarrarme y magrearme, con fuerza.
Me puso de espaldas a la pared, continuando el juego, sin parar, sin dejar de besame y acariciarme entera, acercando su sexo a mi cuerpo, restregándose. Mis manos se deslizaron por la hebilla del cinturón, abriéndola, siguiendo por el botón y cremallera. Sus pantalones cayeron, y casi en el mismo instante mi falda también cayó, dejando al descubierto mi tanguita y las medias negras de silicona.
Me vio y me susurró lo que le ponían esas medias, se bajó los calzoncillos, apareciendo su gran polla erecta ante mí, apartó un poco mi tanga y me penetró. Golpeándome contra la pared.
La luz de la escalera se había apagado hacía tiempo. Sentí no poder ver su cara.

Sacó su pene y me dió la vuelta, cogió mis manos y las elevó apoyándolas contra la pared, sujetándolas, no dandome opción a poder tocarle. Me penetró desde atrás con fuerza. Con mi cabeza girada, besaba y chupaba mi cuello, lamiendo el lóbulo y metiendo su lengua por la oreja. A cada empujón mi respiración se aceleraba más y más.

La luz de la escalera se encendió. Alguien estaba en la escalera.

Pero no paró, ni cesó en su ritmo, siguió empujándo su polla en mi interior como si me quisiera atravesar, besándome y susurrándo sus jadeos en mi oido. Me susurró, suave, que se iba a correr.
Terminamos jadeando en silencio, sin ruido, pero satisfechos.

Nos vestimos rápidamente. Nos miramos. Sonreimos.
El ascensor subía.
Metió la llave en la puerta, y me dijo que estaba seguro de que me encantaría su casa.

Una media copa bastó para que nuestros cuerpos recuperan la energía para volver a disfrutar el uno en el otro.
Me encantó su casa.

13 noviembre 2005

CONSULTORIO: Reprimido neurótico

Hemos recibido la siguiente consulta por correo electrónico:

Hola,

Os mando una consulta para acabar pidiendoos un consejo.

El tema es el siguiente: estoy casado desde hace siete años con la primera chica que conocí hace 15. Soy de tendencia monógama y no me van las aventuras, busco la plena satisfacción sexual "en casa". Y ese es el problema. Yo no soy ninguna máquina sexual, soy normalito: con mis insinuaciones a lo largo del dia, mis besos inesperados, mis previos más o menos satisfactorios y con un promedio de acto sexual más bien pobre o "corto". Pero me gustaria mejorar, que todo fuese mejor y es que tengo mucha imaginación.

Continuamente tengo en la cabeza situaciones sexuales con la vecina, con mis colaboradoras en el trabajo (encima soy el jefe y la fantasia da para mucho), en la ducha, con clientas,... y cuando intento llevarlas a termino con mi pareja se niega: cunnilingus, felaciones, penetración anal, la recurrente nata en verano sobre sus grandes pechos, ... pero nada. No se deja.

Yo últimamente me he apuntado a la moda de los blogs y como no, me he hecho un blog un poco guarro, con todas las situaciones que os he comentado allí escritas y bueno, me sirve para distraerme, pero veo que no me lleva a ningún sitio.

He intentado hablarlo con ella, pero no quiere cambios. "Con lo que tiene se entretiene", dice que ella está bien así y que no quiere "experimentos".
Así que la consulta seria: ¿És normal que una mujer no quiera explorar nuevos caminos del placer? Que se conforme con tan poca cosa? Si vuestra pareja (estable o esporádica) os plantease un tema parecido no aceptariais?

Y el consejo que os pido: ¿Le enseño mi blog, que es "secreto total" y que se vaya leyendo todo lo que nos perdemos? Claro el problema es que la protagonista del blog no es ella, son todas las mujeres de mi entorno y puede coger un cabreo de campeonato.

Yo la quiero y no voy a buscar una pareja sexual que me de satisfacción en ese sentido, pero si esto puede mejorar porque conformarse? No?

Tremuntanal


Planteas un tema complicado, sobre todo por ir más allá de asuntos meramente sexuales. Como siempre, te diré lo que opino como "mujer y persona" y luego el resto de gente te ayudará con sus comentarios.

Personalmente siempre he visto el sexo como algo fantástico y placentero, en lo que hay que explorar para mejorar y echarle mucha imaginación para lograr crear situaciones "de película", es decir:"polvos mágicos". Pero había algunas cosas que me echaban directamente para atrás, no hace mucho tiempo, por ejemplo el sexo anal. Me producía tal rechazo que me era imposible intentar siquiera disfrutarlo. Hasta que un día (eso sí, estaba un poco bebida), descubrí que me gustaba y lo metí entre nuestros juegos "casi habituales". Otra cosa que tampoco me gustaba nada era el cunnilinguus, porque pensaba que mi sexo, aunque estuviera recién duchada, olería fatal y sólo de pensar que tuviera él la lengua y la nariz ahí cerca, me desconcentraba totalmente, no podía disfrutar nunca. Esto también cambió el día que tiré todos esos estúpidos pensamientos a la basura y pensé únicamente en disfrutar del sexo, que para eso es. Posiblemente su problema sea por temas de higiene o paranoias parecidas (olerá mal, sabrá mal, me dará asco..). Muchas mujeres que conozco renuncian a este tipo de actividades por que son muy escrupulosas y les da asco.

La solución pasa porque ella misma se convenza de que el sexo es algo fantástico, no porque la convenzas tú. Intenta crear situaciones propicias, por ejemplo bañaros o ducharos juntos, susurrale al oído tus fantasías (con ella como protagonista, por supuesto!).

Respecto a lo de presentarle tu blog...yo casi que no lo haría, sobre todo si las mujeres que allí aparecen son otras. Lo que sí puedes hacer es que descubra este blog, donde mujeres contamos como fantaseamos y disfrutamos del sexo, nuestros miedos y nuestros placeres. (Quizá sea una mala idea...pensará que lees a otras tías, las mujeres somos bastante celosonas con estas cosas...)

Es complicado, pero tiene que surgir de ella misma, nadie la puede convencer. Tú puedes ayudar a crear situaciones muy eróticas que la hagan desear hacer esas cosas que no quiere.

Suerte y Paciencia.

PS: Gracias por vuestros correos, nos enseñan a todos.

10 noviembre 2005

CONSULTORIO: Higiene

Nos mandan este correo al consultorio, que es un consejo interesante y por eso pasamos a publicarlo.

hola bellas:

Solo queria que hablaseis en el blog sobre la importacia del cuidado con la higiene mas básica. Esto viene a cuento de una infección que tuve en verano debido a que aquel pive no paraba de meter sus dedos en en mi culito y acto seguido en mi chochete. Eso me produjo una infección que me tuvo todo el verano loca. Por favor, si van a meter deditos en el culo, cosa muy chachi por cierto, no meter el mismo dedo luego en el chocho, pues te pillas una que no veas, mete otro o lavate primero, se pasa muy mal luego.

Y mejor que mejor lavarse las manos antes de, eso ya sería la bomba.

Gracias, buen blog por cierto


Gracias a tí!

09 noviembre 2005

CONSULTORIO: Problemillas varios

Estamos de enhorabuena chicas, hemos recibido una consulta de un chico!.
Vamos a intentar echarle una mano.

Tengo veintisiete años, casi veintiocho. A principios de 2004 salí de una relación de más de ocho años. Se nos murió el amor, como a Bernarda de Utrera, de tanto usarlo. Aún nos queremos, muchísimo, pero sabemos que es imposible compartir nuestras vidas como una pareja tradicional y lo hemos descartado definitivamente, por imposible.

Esos ocho años de relación fui fiel por lo que cuando se acabó el noviazgo me había acostado, en toda mi vida, con cuatro mujeres. Cuatro. Decidí recuperar esos ocho años de vida sexual cuanto antes. Además de la tarea de reconstrucción emotiva y personal, del aterrador trabajo de descubrirme a mí mismo, debía recuperar, mejor, construir mi identidad sexual. (Lo hice, las dos guerras, a base de egoísmo, ¿se hace así, no?).

Pues me empecé a follar a cuantas mujeres se dejaron. Algunos fueron polvos gloriosos y otros prefiero no recordarlos (o no puedo), pero, hasta hoy, no he conseguido volver a correrme dentro de un coño.

Ahora la cosa está empezando a ser patológica. Me he acostado con mujeres muy deseables y nada, no hay puta forma. La escena, como comprenderéis, es absolutamente patética, más que nada porque a estas alturas ya tengo la ceremonia asumida y es como ver una película (mala)

-¿Qué, tú no te vas a correr?
- No, mi niña, voy bastante ciego y no me corro yo hoy ni de coña, pero he disfrutado muchísimo –eso o “es que tengo una movida en la espalda que me duele la ostia” o, como mucho, y si estoy muy caliente, la saco y me corro donde puedo (o me dejan).

Y no hay forma. Ni con condón, ni sin condón, ni tierno, ni brutal: nada.

¿Qué? ¿Cómo lo veis? ¿Me la corto? ¿Creo la Asociación de Discapacitados Físicos? ¿O será minusvalía emocional?

(Volví a follar con mi novia un par de veces, polvos maravillosos, y tampoco pude correrme dentro. Y tengo como una cosa ciclotímica de pánico/absolutanecesidad de enamorarme otra vez, pero eso ya es otro tema. ¿O no? No sé. Lo digo por si puede influir. Y como veis pienso mucho en mi ex).

A mí, sobre lo de la depilación, me gusta que haya poco pelo, pero no ninguno (en coños y pollas). ¿A las tías les gusta una polla totalmente rapada?


Te voy a contestar con mi opinión, (totalmente personal y carente de fundamentos médicos). Parece que el problema está en tu cabeza, porque como comprenderás a las tías, lo de que el tío "se corra", en principio nos la trae al fresco, nos preocupa que disfrute del polvo, de nuestro cuerpo y que lo pase bien. Lo de la corrida final, está destinado a la fecundación, a mi personalmente me da igual que él se corra fuera o dentro (poniendo medidas, claro). No me da más placer que él se corra por el hecho de correrse, me da más placer que él disfrute follando conmigo y que me nos lo pasemos bien.

No te centres tanto en intentar correrte dentro, porque me da la impresión que tú sólo te bloqueas con ese pensamiento. Cuando dejes de obsesionarte con eso, empezarás a disfrutar más. Tampoco te obsesiones con "volver a enamorarte", porque no sirve de nada, lo que tenga que pasar, pasará. Tengo varios amigos (demasiados) "separados" tras largas relaciones, y a veces cometen el error gordísimo de agarrarse a "lo primero" que encuentran después de "cortar". No hagas lo mismo!.

Respecto a la depilación, ya hemos hablado por aquí en varias ocasiones así que te remito a estos posts.

Espero que te sean de utilidad los comentarios que te deje la gente por aquí.

07 noviembre 2005

Prohibido

De nuevo algo prohibido aparece en mi vida.
Hemos dormido juntos, nos hemos abrazado, besado y charlado en la intimidad como si fuéramos amantes, pero no lo somos.
Es un "no permitido". Escrúpulo estúpido que hace que no me lo quiera tirar. Pero cada vez me pone más.
Me levanté empapada, siempre que nos abrazábamos notaba su paquete, su polla hinchada que reventaba el calzoncillo. Yo me acosté desnuda, como siempre, no reparé que quizá le provocaba.

En el fondo estaba deseando que me atacara. Sus caricias durante gran parte de la noche me hacían tiritar de excitación. Acariciaba mi espalda, despacio, mi cara, mis piernas, alrededor de mis tetas. Seductor, incitándome. Pero sin llegar a tocar las partes más íntimas.
Creo que quería que le suplicara, que le pidiera que me follara, que tocara mi sexo, mis tetas, que me comiera entera con su boca como lo estaba haciendo con sus manos.
El calentón fue tremendo...todavía me dura. Sólo pensarlo, me humedezco, me excito y busco la siguiente excusa para verle, para atraparle de nuevo en mi cama , y seguir jugando... hasta que no pueda más, hasta que le desee tanto que me sea imposible recharzalo.

06 noviembre 2005

Cosas que me encantan

Abrazarte cuando estamos en la cama, tocarte la polla por encima del pijama y notar que crece en mi mano, mientras te remango la camiseta y apoyo mis tetas en tu espalda.

Jugar a "las tiendas de campaña": meterme bajo las sábanas mientras duermes y notar cómo crece tu pollita en mi boca.

Que te abraces a mí, me metas mano por debajo del pijama, mientras me arrimas el paquetón al culo y acabemos en un polvo desde atrás.

Que me hagas rogarte que me folles, mientras me sigues acariciando y metiendo mano, me besas, me muerdes y me arrimas el paquete.

Notar tus biceps y tu pecho duros como piedras cuando me apoyo para follarte.

Que follando: gimas, suspires, jadees, me arañes, me aprietes, me estrujes...

Cosas que te encantan:



Las mamaditas inesperadas.

Los dedos y lengua que se pierden en agujeros escondidos.

Que te cabalgue y notar mis tetas golpeándose entre sí.

Hacerme disfrutar hasta que pierdo el control y se me cae la babilla encima tuya....

Que follando: gima, suspire, jadee, te arañe, te apriete, te estruje...

¿Y a tí?

PS: Vaaaaleeeeeeeee, ya sé que odias que te acerque mis pies helados (llamados también de Walt Disney), cuando nos metemos en la cama ;)

03 noviembre 2005

CONSULTORIO: Sorpresa inolvidable.

Nos llega este correo:

Hola!!

Bueno antes que nada quiero decirles que leo mucho su blog y que me gusta mucho, ahora, quisiera que me dieran un consejo, quisiera hacerle una sorpresa a mi novio, algo original respecto a estar juntos, solos, hacernos el amor y cositas asi, pero quiero soprenderlo, pero por mas que doy vueltas y vueltas, no encuentro algo que pueda hacerle, por eso recurro a ustedes ya que ustedes tiene buenas ideas, tal vez algun lugar en donde podramos estar o alguna forma en la que pueda sopredenderlo y hacerle que lo disfrute mucho mucho. Ojala amigas que puedan ayudarme por favor!!

Espero su respuesta y gracias por leerme.

Pilar


Encantadas de que nos leas. Personalmente te recomiendo que te leas esto, a ver si te da alguna idea.

En los comentarios seguramente te dejarán muchos más consejos.

CONSULTORIO: "Volver a ponerle"

Nos llega esta consulta:

Hola!

Os escribo esto para el consultorio, porque tengo un GRAN problema. Cuando estoy ahí en el temita con mi novio y empiezo a tocarle, al principio bien, pero pasados uno momentín la cosa empieza a decaer (y mucho). Y ya claro, volver a ponerlo en posición me cuesta la vida.

El dice que no me preocupe (yo siempre le digo que me frusta completamente no poderle hacer eso) que no es mi culpa, que lo hago bien y tal... pero, ¿que es lo que hago mal?, ¿cómo puedo hacer que esto no ocurra?

Espero que lo mío tenga solución.

Besos azules para todas!!



Ante todo tienes que pensar que el mejor órgano sexual que tenemos que es EL CEREBRO, así que úsalo y sorprendele con cositas innovadoras y atrevidas. Si te enfrentas a una relación sexual pensando que lo vas a hacer mal, tú misma te estás predestinando a hacerlo así.

Hablas de "tocarle", o sea de acariciarle y masturbarle (no de echar un kiki, no?). Quizá es que te pegues demasiado tiempo en los "preliminares" y él se empiece a "evadir" de la escena y a pensar en otras cosas. Si quieres sorprenderle con algo que funcione, no esperes a que la tenga dura y métetela en la boca blandita y empieza a "enrollarte" con su polla, notarás que empieza a crecer en tu boca, y a él le encantará.

Hay otra cosa importante, los tíos tienen más zonas erógenas, no las descuides y mientras le masajeas la pollita, tócale también las pelotas, la entrepierna, el cuello, los pezones....Cómetelo a lametazos o restriégate con el cuerpo untado en crema o aceite por todo su cuerpo....No se podrá resistir.

Seguramente por aquí te darán más pistas de lo que les gusta a ellos y de los trucos que emplean ellas.... Espero que te sirvan de ayuda.

SUERTE!!

02 noviembre 2005

Una "salida" más

Nos ha llegado este correo:

Hola, os leo habitualmente y te mando este mail para que lo publiques (si quieres), pero no quiero que desveles mi mi mail ni nada (aunque lo he creado sólo para esto), pero necesito contar esto, y necesito alguna respuesta. He pensado que puede ser buena idea escribiros, y de paso deciros que tenéis algo de 'culpa' en lo que me ha pasado. Bueno, ha estado bien,
digamos que me habéis 'inspirado', aunque no estoy del todo segura.

Este finde he ligado. Lo digo en primera persona porque he sido yo la que ha tenido que acercarse.

Recapitulo.
Hicimos una cena de chicas en mi piso, mi marido se fue de viaje el fin de semana a ver a su familia aprovechando el puente (es de fuera).

Fui con mis dos amigas a 'El Confidencial', no sé si conocéis el sitio pero está bien para las chicas con mis añitos, que no son pocos. Hacía mucho tiempo que no salía, y desde el principio, al saber que estaba sola todo el fin de semana, y con las cosas que leo en vuestros blogs, digamos que estaba especialmente 'predispuesta' a no volver sola a casa. Tenía ganas de ligar.

Después de un par de rones con cola y bailar un buen rato no había nada que me apeteciese. Nos entraron varios chicos, pero nada interesante. Sobre las 4 nos entraron dos que despaché a mis amigas, que no sabían que yo 'buscaba'. Les dije que yo ya me iba, un poco frustrada la verdad de no haber encontrado nada, y ellas se quedaron hablando con ellos.

Cuando esperaba en el guardarropa me percaté de dos chicos que había apoyados en la barra, uno joven, moreno, ojos claros, bastante guapo. Me armé de valor, se me puso el corazón a 10.000 por hora, me acerqué pensando en que no estoy nada mal, y que estaba hecho, que ligar es fácil para las mujeres. Cuando me di cuenta estaba a su lado, me apoyé en su brazo y le susurré al oído: 'si te gusto, sígueme'. No me creía lo que estaba haciendo, pero me lo estaba pasando muy bien, casi no podía aguantar la risa, y no sé si se me notaba que me temblaban las piernas. Cuando llegué a la puerta me giré y el chico tenía una sonrisa de oreja a oreja, se estaba despidiendo del amigo. ¡Bien!

Nos encontramos fuera y le pregunté dónde tenía el coche. Me dijo que había venido en moto. Me apresuré en decirle que no quería saber su nombre, que no me importaba, y sonrió. Era bastante majo.

Me subí a su moto y le rodeé con los brazos. Era guapo pero estaba un poco gordito, pero parecía fuerte en cualquier caso.

Me llevó a su casa, un piso compartido, frío, de chicos solteros, y yo estaba helada de la moto. Él tenía 24. Me dijo que si quería una copa, pero no quería beber más. Me llevó de la mano a su habitación, puso algo de música, luces bajas y un calefactor. Su cama era muy baja, llena de cojines y todo empezó a parecerme de lo más acogedor. Pasaron imágenes por mi cabeza
y me puse a mil otra vez, pero algo más excitada. Entonces me cogió y nos besamos varias veces. Cada vez mejor, más apasionados. Nos empezamos a quitar la ropa, pero yo me dejé la ropa interior puesta. Él no. Tenía una polla bonita, un pelín pequeña con lo que estoy acostumbrada, pero seguro que funcionaría bien. Circuncidada. Se la acaricié un poco y nos tumbamos en la cama. Entonces se fue a lo típico, a quitarme el sostén y las bragas, pero me negué. Le dije "haz que lo desee", sino iba a ir directo al metesaca y me gusta que se lo trabajen un poco más (además, hacía mucho tiempo que no vivía algo parecido). Me besó por todas partes: el cuello, las orejas, la boca, la espalda, los pies... No le costó mucho que cediese. Lo cierto es que deseaba que me la metiese enseguida, que me la metiese entera. Cada vez que la tenía al alcance de la mano se la tocaba, y se la chupé tres veces. Estaba caliente como una perra en celo, así que me dejé quitar la ropa que me quedaba. Me chupó la vulva (que ya me chorreaba) y me hizo tocar las estrellas. Le pedí que me la metiese. Su polla era un poco pequeña, pero estaba muy dura, y me embestía muy rápido, con mucha fuerza. Me manejaba de un lado para otro, me dominaba con fuerza. Me ponía a cuatro patas y al momento siguiente se la estaba chupando.

Me gustaba cómo me manejaba, y me estaba dando mucho placer, pero no me corría, no paraba de pensar en que no me corría, y ya que él no lo hacía me acariciaba yo el clítoris siempre que podía. Me puso encima suyo, le cabalgué y me corrí mientras me cogía las tetas. Sentía estallar mi vientre de placer y perdí el mundo de vista unos segundos. Cuando acabó mi orgasmo me dijo que se iba a correr, entonces me la saqué muy rápido y le dije que quería que se corriese en mi culo, pero no dentro, por encima. Se pajeó y se corrió encima de mi culo, que me encanta.

Miraba su cara y su pose y me sentía bien, muy bien.

La sensación y la experiencia me gustaron en el momento, pero ahora no paro de darle vueltas. Me gustó más de lo que quería, pero no sé si la situación o el chico. Lo que sé es que pienso en él, y cuando volvió mi marido le pedí que me follase como él. No sé qué me pasa, querría follármelo otra vez, pero el polvo tampoco fue tan bueno. Creo que me gustó sentirme deseada, y eso me ha hecho sentirme viva otra vez. Me gustaría repetir pero tengo miedo de obsesionarme o engancharme. ¿Qué hago? También me siento culpable por mi marido, que es muy bueno y no sospecha nada. Me estoy volviendo loca.

No se lo he contado a mis amigas (ni loca) ni a nadie. Pero necesito contárselo a alguien y que me de su opinión. ¿Qué pensáis?

Gracias Chicas.


Yo opino: Maja...que te quiten lo bailao...

01 noviembre 2005

Notaba la sangre circular por sus venas en la superficie de mi lengua

Fernando tiene unos ojazos azules donde ahogarse y una cara de vicio, que te lo imaginas montándote y haciéndote sudar toda la noche. Trabaja en el departamento de soporte técnico y coincidimos a veces por los laboratorios.

Nos conocemos desde hace bastante tiempo y hace unos días, en una fiesta de la empresa, habíamos estado tonteando más de lo normal. El otro día, por diversas circunstancias, nos vimos obligados a trabajar en un tema urgente y a permanecer muy tarde en la oficina. El me tenía que contar la situación para que hicieramos un plan de proyecto. Yo escuchaba atenta sus explicaciones, bueno, más bien miraba sus labios gruesos, sus ojazos azules y oía su voz, aunque no me estaba enterando de nada, pero asentía con la cabeza de vez en cuando.

El se dió cuenta de que no le hacía ni puto caso y me miró desafiante. Yo le mostraba mi escote generoso, quizá más generoso que de costumbre para provocarlo. Necesitaba que saltara sobre mí.

Decidimos salir a tomar un café, a la máquina y empezamos a hablar de la gente de la oficina y de sus lios, acabamos hablando de sexo en la oficina. Yo nunca lo había hecho en la oficina. Mi asco al trabajo, hace que me atraiga esa idea bastante poco. El me contó que había tenido una experiencia de ese tipo, que había sido muy excitante. Le dije que me apetecía mucho, pero que quería que me sorprendiera.

Volvimos al cubículo y nos sentamos en mi mesa. Me dijo que me quitara el sujetador y lo guardara en el cajón. Lo hice y el comenzó a tocarme las tetas por encima de la camisa, rozaba con el dorso de su mano el contorno de mi pecho. Muy despacito, me producía escalofríos.

Se puso de pie, detrás de mí y comenzó a tocarme las tetas por la parte que asomaba el escote, me besaba en el cuello y lo lamía hasta llegar al lóbulo de la oreja. Me metía su lengua dentro mientras me susurraba que quería follarme. Luego se sentó a mi lado y puso mi mano encima de su paquete, lo tenía hinchado, palpitante por encima de la ropa. Nos arrimamos a la mesa, cada uno en su silla. El metió la mano por debajo de la mesa y empezó a tocarme el coñito por fuera, por encima del tanga que alcanzaba con sus dedos bajo mi falda. Yo hacía lo mismo por encima de su paquete. Estaba bastante empalmado. Me gustó mucho sentir su excitación en mi mano y su mano rozando la tela sobre mis labios excitados.

Llevaba falda y medias con portaligas, él acariciaba el interior de mis muslos hasta llegar al centro, se paraba a jugar con sus dedos y volvía a bajar por la otra pierna. Me estaba notando cada vez más húmeda, había empezado a bajarle la cremallera del pantalón. Le desabroché también el botón y emergió su polla como un paraguas, cubierta con un boxer de algodón blanco. Busqué la cinturilla y se la remangué hasta dejarla por debajo de sus pelotas. No tenía un gran aparato, pero se veía perfecto, tan hinchado, con ese glande tan brillante. Era precioso.

Empecé a meneársela y noté el olor a macho que sólo las tías notamos, ese olor a polla caliente, limpia y excitada. Un olor que decía "cómeme perra, me deseas.". Mi parte más salvaje sintió esa llamada y comenzó a notar que salivaba. Mientras tanto el seguía marcando mis pezones con sus dedos, besando mi cuello y con su mano perdida bajo mi falda. Deseaba comérsela, pero no quería que notara mi hambre.

El lo notaba en mi calor y en mi humedad, su mano hacía movimientos de follar sobre mi coño, acelerados por mis meneos en su palanca. Nos besábamos, sus manos no paraban quietas, mi mano sin polla estaba perdida bajo su camiseta, arañando los rizos de su pecho. Me la quería comer.

Aparté sus manos, la cogí y me la metí en la boca. Estaba muy caliente, muy suave. Notaba la sangre circular por sus venas en la superficie de mi lengua. Me la metí hasta adentro y volví a salir. Me detuve jugueteando en el glande, metido en mi boca y atacado con salvajes aleteos de mi lengua. Era muy suave cuando se hinchaba. Bajé por el contorno de la polla, dibujando todo su perimetro con mis labios, le hice un meneo con la boca, agarrándola con fuerza. Volví a subir y me la metí hasta la garganta. La apretaba fuerte con los labios mientras la lengua seguía nerviosa su ritmo frenético por su cuerpo. Arriba y abajo. Llegaba a la garganta y me la quería tragar, subía otra vez. Arriba y abajo. Le oía gemir y me estimulaba a seguir con más pasión, era mi premio.

Déjame que te folle - Dijo él.

Tuvo que oir mis labios aplaudiendo de júbilo por aquella idea. Me subió la falda hasta la cintura y me puso de rodillas sobre mi silla mirando hacia el respaldo. Saqué un condón de mi bolso y se lo ofrecí. Mientras se lo ponía, me quité el tanga y lo dejé en el cajón junto al sujetador. Estaba bastante mojadita. Oí su cinturón golpeando el suelo cuando el pantalón cayó hasta sus tobillos. Eso me hizo estremecer. Llegó, me separó las piernas y me la metió con cuidado. Al ver que entraba sin dificultad, agarró mi cintura, y comenzó a follarme con rapidez, la silla iba y venía con facilidad. Sus rueditas giraban sobre el suelo ayudando a las embestidas. Le oía gemir cada vez más alto, yo misma me unía a sus gemidos con cada pollazo, cada vez más fuerte, más profundos.

mmmmmmm...me encanta...qué gustazo....dale más rápido, cabrón!!

Aceleró mucho, notaba casi ardiendo nuestras pieles al rozarse, sus embestidas eran completas, notaba sus pelotas dándome golpes atrás...plas...plas...plas...

Sus gemidos se fueron convirtiendo en aullidos..

aaah!!...que me corro...aaah...ahhh...aaaaaah!!

Noté llenarse el condón en mi interior mientras él cayó sobre mi espalda exhausto, me había dejado (el muy cabrón) a puntito a punto de tener un orgasmo.

Cabrón!! termínalo!!

El se quitó el condón, me sentó sobre la mesa, apartando el teclado y el ratón y se arrodilló ante mí. Su boca estaba a la altura de mi sexo, excitado y abierto, le rogaba ser follado de nuevo. Acarició los labios con su lengua, rodeó con su boca mi clítoris erecto, como si fuera una pequeña pollita, movía su lengua frenéticamente, de arriba y abajo, en círculos, abarcando todo mi sexo, buscando mis agujeros. Yo movía mi pubis de atrás adelante, follándome su lengua, deseaba que aquello no terminara nunca. Arrimaba su cabeza a mi coño...mas rápido...más rápido...Se centró en el clítoris y empezó a lamerlo a toda velocidad, comencé a perder fuerza en mis brazos que aguantaban el peso de mi cuerpo hacia atrás. Me tumbé sobre la mesa y el siguió trabajándome....era precioso...me estaba empezando a elevar sobre aquella mesa...mis gemidos se hicieron intensos en mi garganta. Mi cintura se encorvaba y se separaba de la mesa con mis retortijones de placer. El seguía con su lengua loca sobre mi coño, bajaba a la entrada de la vagina y me acariciaba con su nariz el clítoris, aquello me estaba matando de gusto. Apretó su boca contra mi coño y comenzó a dar unos lametones fuertes y rápidos que acabaron en un genial orgasmo.

Qué cansancio!!.

Tuve que pararle, porque él seguía.

En aquel trasiego le había dado tiempo a volver a empalmarse. Yo estaba exhausta por el esfuerzo, me temblaban las piernas por la postura.

Terminó esta segunda vez en un modesto pajote mientras yo terminaba de vestirme mientras contemplaba la preciosa escena.

Esto es una fantasía convertida a relato a petición de Monocamy.

PS: Fernando existe y está así de bueno, aunque es un gilipollas.
PS2: me ha costado muchísimo terminar esta historia, esto de fantasear es muy fácil, pero lo de llevarla al teclado es muy complicado, todo pasa demasiado rápido y además provoca el efecto secundario de tener que ir a ducharse después.
PS3:"
ese olor a polla caliente, limpia y excitada" ¿sólo lo noto yo?