29 julio 2005

Métodos anticonceptivos "SEGUROS"

El otro día me reía con un amigo, por esos métodos anticonceptivos que alguna vez hemos oído (e incluso incautamente practicado) cuando éramos jovencitos (y no tan jovencitos):

- Coitus interruptus
- Método ogino
- Método billings
- Método basal o de la temperatura
- Durante la menstruación
- Ducha poscoital ....

y el más divertido
- Saltar nada más terminar

Todos totalmente DESACONSEJABLES segun los expertos. :-)
Pero, en esos momentos de pasión... cualquiera piensa en otra cosa diferente a que te la metan bien dentro y que se corra en tu interior, sin protección, libremente... a mí es que me da un morbazo....


Hace unos años era al contrario, ¡me daba pánico! Se me iba toda la historia nada más pensar en la posibilidad de quedarme preñada, y siempre tenía el condón bien cerquita y a mano (paso de píldoras)
Ahora, no es que lo de preñarme me apetezca, pero, sólo pienso en cómo me penetra, y el semen estallando dentro de mi, llenandome entera, cubriéndo mi vagina, ¡me excita!, ¡me pongo cardíaca! me parece un polvo perfecto!

Si un poco peligroso si es...pero yo....siempre salto nada más terminar JAJAJAJAJAJA.(por supuesto siempre pido las pruebas médicas de enfermedades contagiosas!)

28 julio 2005

Porno en el Disco Duro

(Tras un concienzudo estudio de cómo ven las féminas que sus partenaires accedan a el porno "electrónico" ...)

Los tíos en su mayoría esconden el porno que tienen en el ordenador, bien sean películas, fotos, páginas web....Y las tías siempre los acabamos pillamos, por torpes.

No es que moleste que se tenga porno, si no el hecho de que se disfrute a escondidas.

Hay varios niveles de "pillaje" en este aspecto:

1.- Que sean simplemente enlaces que aparezcan en el histórico del PC, en este caso, le puedes echar la culpa a los POP-UPs que aparecen de vez en cuando y que parece ser que son difíciles de esquivar. Lo mismo se lo cree...

2.- Enlaces existentes en favoritos: aunque te puedes escudar en que no los escondes, si ella no sabe previamente que los visitas, la has cagao, chaval.

3.- Accesos directos en conexiones de red a sitios XXX: en este caso, la bronca puede ser monumental, porque encima te la has dejao meter, a propósito o no, pero ahí están cacho torpe. Y encima no te has dado cuenta!. Más te vale que no hayan llegado a realizar una conexión, porque entonces, te cagas...

4.- Contenidos acumulados en el disco duro: Si los tienes en una carpeta "a la vista", te puedes escudar en que no los escondes, aunque a ella le importará más bien poco. Si los tienes escondidos en alguna carpeta completamente inaccesible, ella creerá que la estás intentando ocultar, y la falta será aún más grave.

5.- Contenidos grabados en otros soportes (CDs, USBs...) y pertinentemente clasificados. Aquí si que ya la has cagao, sólo falta que tengas escondidos los CDs en el neceser...

Ahora a ver ¿cómo se lo explicas?, sobre todo si te pilla delante de la pantalla con el miembro duro... Esto todavía es más grave, porque si ella está en casa, y tú te la estás machacando contra la pantalla... puede ser motivo hasta de divorcio. Se la estás pegando con una que está más plana que ella, y además más fría y calculadora...(la pantalla!). A ver cómo sales de esta, majo!

Conclusiones:

1.- Si te gusta el porno, compártelo con ella, a nosotras también nos va. Y si no le gusta, ya tienes excusa para disfrutarlo a solas. ("Como a tí no te va...")

2.- Para justificar tu interés por el porno y que ella no se sienta disgustada, di que estás buscando nuevas posturas para hacer con ella, para probar nuevas cosas. Es posible que no se lo crea, pero suena verídico. (Eso sí, borra esas cosas de travestis, perros y demás...)

3.- Lo de ver el porno no es grave , lo grave es lo de ocultarlo y que te pillen.

El consejo final:

Intenta compartirlo, a lo mejor te sorprende su reacción y puede llegar a enriquecer mucho vuestra relación de pareja.

Lo curioso:

¿Y si son ellos los que nos pillan con porno?...Es posible que les de hasta morbo...

27 julio 2005

Videos porno caseros

Llegué a casa de mi novio, el tío estaba bastante rarito, no sería capaz de decir qué le pasaba, pero lo encontraba raro. Habíamos quedado para echar un polvo, aprovechando que estaba solo en casa.

En su habitación, nos tumbamos en la cama y empezamos a besarnos, a desnudarnos y a meternos mano. Le saqué su juguetito y empecé a hacerle una mamadita de buen rollo. Lo veía distraído, como mirando al más allá. El "mas allá" era una videocámara hábilmente escondida encima de un altavoz, y tapada con un jersey.

Me acerqué a descubrirla y se me bajó la líbido. No tanto por el hecho de grabarme, si no por la traición.

No me enfadé demasiado. Mostré un pequeño cabreo de orgullo y le dije que me lo enseñara. Lo empezamos a ver, y lo cierto es que no era de mucha calidad, la imagen descentrada, la postura no favorecía la imagen...La videocámara era de sus padres, así que le dije que borrara inmediatamente la cinta. Me empecé a imaginar a dónde podría llegar esa grabación, y eso que entonces no había internet (1993)...

Supongo que la habrá borrado. (hmmmm...)

Más adelante he hecho un par de grabaciones más curradas, lo que pasa es que la cámara engorda mucho, y no tengo valor para volverlas a ver....quizá un día de estos.

¿La gente se grabará?

21 julio 2005

Laura esta sola

Bajo ese título se esconde una presunta película erótica para mujeres, donde aparecen algunas escenas tórridas cuyo erotismo femenino consiste en que tardan más de lo habitual en echar el polvo de turno.

Los polvos tampoco son mostrados en la manera tan cruda de las películas "para hombres", donde tarda en verse un polvo menos de 1 minuto. Y se muestra en primerísimo plano, vamos que parece que te está salpicando el flujo de la pibita.

En este caso, juegan mucho con las caricias y los jueguecitos, muestran que las mujeres tenemos más que tetas y agujeros para meterla, por medio de mimos al resto del cuerpo.

Lo bueno es que en las escenas se cuida mucho el "decorado", crea ambientes donde te apetece estar, lo malo es que la película, para variar, no tiene demasiado argumento, y para acabarla de joder, entre escenita y escenita, te enchufan 15 minutos de tía paseando por la playa (vestida) mientras de fondo se escucha como se come la cabeza con pensamientos aburridísimos sobre su vida...

Seguiremos esperando a alguna película buena.

18 julio 2005

Gang Bang: 20 chicas para Nacho y Rocco

Por fin he podido ver a Nacho Vidal en todo su esplendor. Dicho sea de paso, me imaginaba algo más exagerado, pero en fin.

La peli en cuestión era el típico vídeo casero que te haces con los amigos cuando te vas de barbacoa, pero en versión porno...El que grababa era el Rocco, así que no tuve el gusto de verle el ciruelo.

Había alquilado un chalet de lujo en un sitio indiscreto, porque se veían otras casas más allá del cesped. Había convocado a 20 chicas con poca ropa, más o menos pecho, más blanquitas, más morenitas, rubias, morenas, pelirrojas... de todo un poco. Mientras esperaba a que llegara Nacho, paseó entre las chicas comprobando el género, esto es: tocándole las tetas y mirándoles el depilado de la entrepierna. A alguna incluso les metía el dedo gordo por el chirri!!

Luego cortó la imagen, y cuando volvió a retomarla, aparecía una escena en la que las chicas entre ellas se estaban enrrollando, masturbando, cunnilinguus...Todo tipo de juegos lésbicos que simulaban disfrutar.

Rocco se tumbó en medio de una hamaca y se hizo rodear de las chicas, ya en pelota picada. Las iba llamando una a una, y se agachaban delante de él y él sacaba primeros planos de sus cuerpos y aprovechaba para meterles el dedo pulgar por todos los agujeros: en el coño, en el culo y en la boca, por este orden...

Mientras iba por la octava o así, llegó Nacho, y nada más llegar, se tumbó en una hamaca y comenzó a hacer 69´s con cada una de las chicas. Rocco incluso les ordenaba que le hicieran facesitting (sentarse en su cara)...Nacho se estaba empalmando, aunque la tenía un poco rara, como amorcillada, demasiado negra, fijo que se la había pinchao....

Tras estos 69´s, hicieron otro corte en el vídeo y aparecieron todas las chicas sentadas en una mesa de madera. Nacho se fué follando una por una a las pibitas. Ellas eran profesionales, porque ponían cara de pasárselo pipa. Incluso fingían pelearse entre ellas para ser folladas, quitándose el turno...Te cagas...

Por lo menos ví a una pibita que ponía cara de estárselo pasandolo bien, porque cuando las fingidas caras de falso placer se convierten en muecas entre placer y dolor, me da que lo está disfrutando...Le estaba dando por el culo el Nachito, mientras otra chica le hacía un cunnilinguus...Vamos completito...

La crítica:
- Primeros planos de celulitis, granitos, malos depilados....
- Chicas masturbándose todo el tiempo, como para decorar el plano...
- Pulgar de Rocco en coño-culo-boca-coño2-culo2-boca2.... (se lavaba el dedo al final en las bocas??)
- Falta de argumento (que ilusa, buscando argumento en el porno...já)

No la terminé de ver, empezaba a aburrirme. Realmente sólo me gusto ver placer en alguna chica. Por lo menos estas parecían disfrutar con lo que hacían....

Sigo echando de menos porno para mujeres. Otro día hablo de la presunta peli porno para mujeres que vi un día...que mala..

17 julio 2005

Orgasmos anales varios

Si nos remontamos a no hace demasiado tiempo, mi relación con el sexo anal, era más bien nula, ya que lo veía como agujero para evacuar, y sólo el pensamiento de meter algo por ahí me producía tal rechazo que me bloqueaba. Pero algo cambió.

Mi primer orgasmo anal tuvo lugar de una manera totalmente casual. Salí con mi novio a dar una vuelta en la moto. Yo llevaba la tripa bastante revuelta, así que no me encontraba demasiado bien. De repente, y en medio de la carretera, noté un retortijón terrible, que me hizo poner en marcha todos los mecanismos de alerta posibles. Me puse a apretar el músculo PC (pubococcigea), y a concentrarme en el ano. Entre eso y las vibraciones de la moto, empecé a notar un subidón tremendo, me agarré fuerte a él, y tuve un pedazo de orgasmo increible, recuerdo que hasta gemía dentro del casco... El notó que me revolvía, pero no sabía qué me pasaba. Luego se partía el culo, claro..

Más adelante de esto, y tras varios intentos infructuosos, bloqueados por procesos mentales míos (POR AHI NOOOOO!!), llegó el gran día. Llegábamos de juerga, contentillos, aunque con fuerzas. La verdad es que estábamos bastante salidos. Yo me sentía como si estuviera en celo. Nos despelotamos y nos pusimos encima de la cama.

El ya estaba empalmado, se la empecé a devorar con ganas, babeándole enteritos los bajos, frotándole el pecho por los cataplines. (El encantao, claro). Mientras tanto me restregaba por su espinilla, para hacer "ganica". Me estaba poniendo supercachonda, ya me resbalaba por la boca y por su pierna para abajo. Notaba el tipo de humedad que deja hilillo de baba cuando te levantas de la pierna.

Me subí encima suyo. No le costó nada entrar, estaba tan húmeda y tan suelta, que entró como si fuera su casa. Empecé a cabalgarlo, la notaba profunda, rozándome todo por dentro. Empecé a mover las caderas en círculos, para notar su penetración más adentro. Ya notaba el subidón, podía ver venir el primer orgasmo...No sé si grité o gemí o qué, pero después me caí encima de su torso sudoroso, descansé un ratín y volví a la carga. Me notaba los labios gordísimos. Si me los toco tras un orgasmo, se notan erectos y abiertos, me encanta esa sensación. Creo que aún me pone más. Seguí cabalgándole, me incorporé hasta quedar perpendicular a su cuerpo. Le dí de delante atrás, a toda velocidad. Le pedí que me agarrara las tetas para soportar tanto movimiento. Seguí otro rato dándole, me notaba guapa, caliente, húmeda...Estaba encantada... Me importaba tres cojones estar con la puerta abierta en casa de unos amigos, que podrían entrar en cualquier momento. Volví a notar ese calor, ese subidón que me hizo volver a vibrar y derrumbarme sobre él.

El tercer arranque vino después. Aún la tenía dentro de mi. Le había mojado todos los pelos del pubis. No sé si existe eyaculación femenina, pero aquello estaba mojadísimo...Seguí cabalgándole un rato y de repente me la saqué, me quedé en cuclillas sobre él y me la puse delante del ano. Empecé a meter la puntita y entraba muy bien, iba con cuidadito en mi desvirgue anal. Conseguí meterla otro trocito más y empecé a cabalgarlo despacito, con algo de miedo. Llevé su mano a mi clítoris para que me diera un masajito y él empezó a masturbarme. Yo empecé a cabalgar al ritmo que él marcaba con su mano, iba cada vez más rápido y yo ya notaba en las bajadas su cuerpo pegado al mío. Estaba totalmente dentro de mi. Empecé a tener un orgasmo a dos bandas. Por una parte la fricción del clítoris estaba manteniéndome a cien, pero es que lo del culo...ME ESTABA GUSTANDO...Joder! Empecé a darle más y más y más...y tuve un orgasmazo cojonudo, que además coincidió con el de mi (sorprendido) amante. Inolvidable y Repetible.

MORALEJA:
- El bloqueo mental hay que superarlo, es importantísimo.
- Entiendo perfectamente a Bea con lo de la doble penetración.
- Ojalá todos los amantes aguantaran tantas embestidas.

16 julio 2005

SMSs para ponerlos a cien

Chica, mándale alguno de estos al móvil:

1.- Mancho ahora con tu semen, tus pezones estrujados cuando te cabalgaba, los lameré hasta intentar borrarlos de tu pecho.

2.- No me digas aún tu nombre para no gritarlo mientras le follo a él.

PS: O a un móvil al azar...es más divertido...jajajajaj

15 julio 2005

La primera en la boca

Y según va pasando el tiempo, descubres que te apetece hacer más cosas que las pajas. Cuanta más confianza y/o atrevimiento, mejor.

Aquel día estábamos en un parque, nos estábamos besando y metiendo mano (para variar). Yo ya tenía en mi mano su polla fantásticamente erguida, suave, tersa y durísima. Le tocaba el glande con cariño, me encantaba su suavidad… hasta brillaba con los reflejos de luz.

El chico olía genial, siempre se duchaba antes de salir conmigo, me encantaba sentir su olor mientras me besaba. No sé si será verdad lo que le meten a los perfumes para embaucarnos a las mujeres, pero olía maravillosamente bien.

Aquel día, a mis 16, me sentía algo pícara y lanzada. Con la seguridad que da lo de sentirse guapísima y deseada. Quería hacerle sentir más, no quería que nos quedáramos en aquellos juegos de superficie.

“Me apetece chuparla”- le dije. El me miró provocador e incrédulo, pero me decía con los ojos: cómetela. Me agaché sobre él y me la metí en la boca, despacito, suavecito. Toque con la lengua lo suave que tenía el glande y la piel donde se escondía. Lo lamí de arriba abajo, midiéndolo a lenguetazos. Lo abracé con mis labios, lo chupé como un polo, como un chupachups, me lo metí hasta la garganta y lo volví a sacar, apretando con mis labios. Me encantó aquel juguete en mi boca. Me importó tres cojones que estuviera en un parque público. Me gustó verlo crecer sobre mi lengua, y notar la sangre circular llenando todo su interior e hinchándolo, palpitando en mi boca. Fue increíble. El fue buen chico y no se corrió en mi boca aquella primera vez, me dijo que parara y se la terminé de menear en la mano. Por aquel entonces ya no me manchaba, había aprendido a crear un charquito en el arco de piel que hay en la mano, entre el índice y el pulgar.

Supongo que aquella primera mamada no sería la mejor, pero fue una gran experiencia. Por lo menos no le mordí...jajajaja

Esta vez no me manché.

14 julio 2005

Pajas mutuas.

Tras sus pajas, después de varios días, él siguió empeñado en mostrarme que los placeres compartidos son los más queridos, así que tras los previos calentamientos, empalmamientos, fricciones, morreos, chupadas (mamadas no, que era muy joven) y besitos inocentes, venían momentos de gran calentura.

Precisamente mi rechazo inicial a que me tocara el chirri, venía por el aspecto de que no me apetecía en absoluto, ya que yo me encontraba muy a gustito, excitada, pero la idea que de repente, me metiera los dedos allí, es que me cortaba todo el rollo. Si estaba seca, porque me daba grima y si estaba húmeda porque me daba corte.

Todo se arregló aquel día. Nos gustaba partir de prendas puestas pero remangadas, de botones abrochados, cremalleras subidas, cinturones puestos que se iban aflojando con la calentura. Seguíamos besándonos apasionadamente, muy cerca, para notar nuestros bultos mutuos e irnos descubriendo las carnes poquito a poco, sin prisa, la hora de volver aún era tarde.

El comenzó a jugar por mi cintura, con mis braguitas que asomaban por la espalda, me acariciaba la cintura, a mí me gustaba tocarle la polla por encima del pantalón, notarla palpitar y crecer en mi mano, para liberarla en el momento justo. Aquel día no nos cabalgábamos con ropa, estábamos sentados uno cerca del otro, casi enfrentados, con nuestras piernas entremezcladas y nuestras manos ocupadas en el cuerpo del otro.

Aquel día note mucha humedad, realmente empecé a sentir vergüenza pensando que podía llegar a mancharme, que se me notara luego por el pantalón. Seguí acariciando su polla por encima de la bragueta y comencé a desabrocharle el pantalón, luego el botón, luego la cremallera, y finalmente se la saqué.

El comenzó a jugar con el dorso de su mano sobre mi ombligo, sus dedos juguetones iban bajando hasta que ya los notaba en mis pelillos, aquello me estaba gustando demasiado, comencé a pensar que él quería llegar más lejos, no sólo a pensarlo, si no a desearlo. Le hubiera cogido la mano y me la hubiera metido en mi escondite para chorrear sobre sus dedos. En vez de eso, le dejé seguir jugando. El andaba con cuidado, sabedor de que otras veces le había rechazado. Yo, mientras esperaba el siguiente paso, ya le estaba haciendo una paja, como animándole a seguir jugando.

Me desabrochó el pantalón y fue bajando con suavidad sus dedos hacia abajo. Me senté en su pierna para facilitarle el trabajo (con pantalón chungo). El pudo notar mi humedad enseguida y me acariciaba con infinito cuidado. Yo, sin darme cuenta, había ralentizado el ritmo de la paja, como adaptándose a su velocidad. Y él lo notó.

Empezó a acariciarme el clítoris en círculos, me estaba encantando, me estaba animando y aceleré mi mano en su polla, él notó que pisaba el acelerador. Recuerdo que tenía que parar a veces, por el gustazo enorme que estaba sintiendo, dejándome hacer sin darme cuenta…Me encantaba. Quería más, quería más rápido, más hondo. No hablábamos, sólo utilizaba el acelerador de su polla para indicarle que quería más.

Lo de notar su gran excitación aún me estaba poniendo más cachonda. Notar que nos compenetrábamos y que nos entendíamos sin palabras, era algo que me sobrepasaba de gusto. Seguimos así, pajeándonos un rato indeterminado, no recuerdo quién de los dos sucumbió primero, sólo recuerdo que terminamos la faena casi al mismo tiempo y luego nos besamos.

Nos volvimos a manchar, pero otra vez daba igual.

08 julio 2005

Del petting a la paja

Aún con quince años y habiendo pasado por lo anterior

Creo que fue cerca de la playa el día que nos estábamos enrollando (solo besos con lengua) y metiendo mano de una manera bastante activa y natural. El me tocaba las tetas y yo le acariciaba tímidamente por encima del paquete. Alguna vez nos cabalgábamos con ropa, pero no había frotamientos cárnicos.

Aquel día yo llevaba un mono ancho vaquero de tirantes y debajo un top blanco que dejaba ver mi cintura por los costados. J.A. me acariciaba la cintura, cosa que me volvía bastante loca y bajaba de vez en cuando a tocarme la cinturilla de la braguita. Hasta aquí me parecía todo estupendo, como no follábamos, nos poníamos bastante cachondos metiéndonos mano. Pero ese día, el tío se le ocurrió llevar la mano más allá. Me metió la mano en el coñito y me puso todos los pelos de punta. Me asusté, pero me hice la dura. Realmente aquello no me apetecía, pero no lo quería rechazar bruscamente, porque me gustaba mucho, así que le quité la mano con cuidado y le dije: “yo también quiero jugar”, mientras llevaba mi mano a la cremallera de su bragueta y le desabrochaba.

Debajo del calzoncillo, salió la polla, recuerdo que bastante tiesa. Yo pensaba que todas las pollas eran así, SIEMPRE. (Luego descubrí que no). El caso es que yo no sabía muy bien qué hacer con aquel juguete. Me sonaba, de leerlo en las revistas, que había que hacer algo de subir y bajar, pero no sabía muy bien como iba el tema, así que la agarré con la mano (con seguridad como si hubiese cogido cienes de ellas) y la acaricié simplemente por encima, muy suave, sin apretar, vamos, como quien acaricia un antebrazo o algo así. Aunque me fijé que la piel se movía por encima de lo que había “dentro” duro. No lo debía estar haciendo muy bien, porque él me sugirió que la cogiera con más fuerza y le diera más rápido. (Esto lo deberían enseñar en las escuelas!!)

Le estuve dando bastante rato, estaba muy concentrada en lo que hacía, como si estuviera haciendo punto de cruz o algo así. Aunque él me siguió metiendo mano, yo seguía concentradísima en el experimento de mi primera paja, a ver cómo terminaba todo aquello. Seguí dándole, dándole y él ponía una cara de placer muy agradable, me quedé mirando su cara mientras se la meneaba. Había cerrado los ojos y entreabría un poco la boca, se mordía el labio de abajo, gemía, me arañaba, me apretaba…

Y al final, se corrió y yo paré de darle.

Me manchó la camiseta, le manché el pantalón. Pero no nos importó. Nos lo habíamos pasado de cine. Para mí había significado pasar otra pantalla en el juego del despertar sexual. Para él su primera paja de chica.

Y repito: Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora… otro gallo me hubiera cantado.

07 julio 2005

Ruidos de fondo

La primera vez que fui a su casa me corté. Me parecía embarazoso el hecho de dormir en una casa donde vivían 5 compañeros de piso, y nos teníamos que recluir en una habitación, cuando mi casa era para nosotros solos.
La primera noche que pasé allí fue incómoda. La ventana de la habitación abierta, dándo a un patio interior y al resto de habitaciones de sus compañeros de piso.
Por supuesto follamos, follamos de esa manera apasionada que se folla cuando estás empezando. Esa pasión, fuerza, energía, del principio, porque es el inicio y todo te excita mucho más y mucho más intensamente.
Me encanta hablar, chillar y susurrar lo bien que me lo estoy pasando, cómo me gusta lo que me hace, cómo quiero que lo haga a continuación, chillarle que me cabalgue justo cuando llego al climax, por detrás, en cuclillas...
Esa noche no pude, esa primera noche mis gemidos fueron apagados, y todo fue entre susurros.
Hasta que descubrí el placer de pensar que estaban ahí, fuera, viendo la tele, mientras nosotros follábamos, devorándonos, comiéndonos, besándonos. Y nos podían oir, y nos oían, y sabían lo que hacíamos, cosas "sucias", me oían chillar de placer, oían el sonido de la cama al moverse. Oían los jadeos.
A partir de ese momento, cuando follo en casa, siempre pienso que los vecinos están escuchando, me oyen, y saben que tengo visita en casa, y me exito, me exito mucho.

Noche mojada


No podía dormir. El calor lo hacía imposible. Se acercó a la ventana y se puso a mirar.
El notó su ausencia, abrió los ojos y la vio allí, de espaldas, tan suave, tan dulce. Inmediatamente su miembro dormido despertó produciéndole una gran erección. Necesitaba follarla en ese mismo momento. Su cuerpo no respondía, estaba dormido, pero su polla pedía que se despertara rápidamente, antes de que ella se girara, antes de que ella notara su intención.
Se levantó silencioso, acercándose, y desde la espalda acarició con su pene el culo de ella. Ella dio un respingo, e hizo ademán de girarse, pero el la sujetó, acariciando fuertemente sus pechos, y no permitiendola mirar. Siguió jugueteando con su polla sobre la nalga, sus manos tomaron las nalgas de ella abríendolas, colocando su polla entre ellas, y masajeándola de arriba abajo, despacio, cerrando las nalgas para notar la presión sobre el miembro.
Ella se sentía poseída, se sentía a expensas de lo que a el se le ocurriera. Le gustaba la sensación de no saber qué era lo siguiente, dejarse llevar por las sensaciones.
Las manos de el volvieron a abrir las nalgas, esta vez con un poco más de fuerza, dejando ver el ano, cerrado, musculoso. Estaba depilado, le encantaba su ano, tenía un músculo fuerte, y cuando metía su polla en el interior ese músculo se cerraba, presionando, con fuerza, como si no quisiera que saliera nunca de su interior. Metió la polla en la vagina, húmeda y lista para la penetración, y mientras, preparaba la penetración anal, esa que tanto le excitaba, y sólo con pensarlo era capaz de correrse.
Con los dedos comenzó a abrir la zona, primero despacio, acompasando la penetración vaginal, luego un poco más deprisa, luego un poco más despacio. Metió otro dedo más, y luego otro, continuando los movimientos de dentro a fuera, igual que su polla se metía y salía de su coño, que goteaba de placer.
Era el momento, sacó su polla, a punto de estallar, y comenzó a penetrarla analmente, los dedos lo habían dejado preparado, y la polla estaba bien lubricada, con los jugos que la vagina había dejado. Y se la metió, se la metió hasta el fondo, bien profunda. Al mismo momento, acariciaba el clítoris, deprisa, metía sus dedos el la vagina, y los sacaba, volvía a acariciar su clítoris, hinchado, excitado.
Los gemidos de ella eran apasionados, de placer, de gusto, de deseo. Su boca ardía, deseaba saborear el placer, lamerlo
. Pero no aguantaba más, se corría, se corría, se corría…si, si si siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

06 julio 2005

Con quince añitos menos

Cuando tenía quince años estaba buenísima. Tenía un cuerpazo estupendo, un pecho esbelto y firme y además no dudaba en lucirlo a la mínima de cambio, poniéndome ropa sugerente y provocativa (vamos como 15 años después..)

Un verano me mandaron mis padres a casa de mis tíos en la costa. Allí salía con mi primo, que tenía mi edad, pero llevaba bastante más vidilla detrás. Me presentó a su pandilla que eran todos del barrio. Recuerdo que el primer día, nada más volver a casa me preguntó: ¿Quién te gusta? y yo, lo cierto es que no me había fijado en nadie, ni siquiera recordaba sus nombres. Y él me dijo convencido: a tí te gusta J.A.!!

J.A. no estaba mal, era morenito, buen cuerpo, simpático y un año más joven que yo. El caso es que al día siguiente nos fuimos toda la pandilla a dar unas vueltas en moto, llegamos a un descampado y jugando y bromeando nos dejaron allí a los dos. Empezamos a hablar de lo cabrón que era mi primo, que nos había estado convenciendo mutuamente de que nos gustábamos, así que después de hablarlo un rato...nos enrollamos. No fue nada especial, la verdad.

Seguimos quedando con más frecuencia. Nuestros encuentros eran fundamentalmente sexuales: primero estábamos con toda la pandilla jiji -jaja, luego iban desapareciendo las parejitas y nosotros mismos. Nos íbamos a enrollar a cualquier lado.

Enrollarse hasta aquí significa que nos besábamos con lengua. Pronto el descubrió que yo tenía dos tetas, y comenzó a tocarme. Primero lo hacía por encima de la ropa, como tanteando. Yo no se lo impedí. Luego por debajo de la camiseta, jugando con el sujetador, pero respetándolo. Yo tampoco se lo impedí. Luego ya me desabrochaba el sujetador y me las tocaba más contento el chaval. Yo no me hacía la estrecha, pero tampoco quería pecar de suelta (no sé porque).

Un día pasamos a mayores. Nos estábamos enrollando en un rellano de las escaleras de su piso. Estábamos bastante calientes y me senté en su regazo. Recuerdo cómo notaba su polla palpitando tan cerca de mi sexo. Era tan excitante comprobar lo mucho que le estaba gustando. Ese día me quité la camiseta, le quedaron mis tetas a la altura de su boca y comenzó a besarme apasionadamente por las tetas, por el cuello y por la boca. Mientras me acariciaba el culo por encima de la minifalda y me apretaba contra su polla durísima escondida dentro de su ropa.

Me estaba calentando muchísimo, pero claro, las chicas decentes como yo, con 15 añitos, aún no follábamos. Empecé a frotarme sobre su polla (luego supe que eso se llamaba petting), la notaba durísima debajo de mí, muy cerca de mi braguita pegada a su bragueta, con la falda remangada hasta las caderas. Recuerdo que él de vez en cuando se la colocaba, el pobre!! El tío siguió entregado besuqueándome y chuperreteándome. Yo seguí moviéndome por encima de su polla, me encantaba escuchar sus ruiditos de placer. El me siguió animando a moverme, me apretaba con fuerza hacia su cuerpo. La verdad es que yo también me estaba excitando, incluso me planteé lo de follar, pero lo desestimé inmediatamente (se ve que quería algo más romántico...jajajaj) Después de un rato de estarnos frotando, de repente paramos, me vestí y nos fuimos.

Volvimos con la pandilla. Estaban todos viéndonos llegar, curiosos, con ojos ávidos de cuchicheos. Cuando llegamos hasta ellos, el que tenía más morro de todos le señala al paquete, partiéndose el culo de risa y le dice: parece que nos hemos manchado, eh?

La mancha de humedad, procedía de dentro de sus pantalones. Fue la primera vez que vi eyacular (más bien que no lo vi). Las pajas vinieron más tarde.

Moraleja: Si hubiera sabido entonces TODO lo que sé ahora… me lo habría pasado muchísimo mejor.

05 julio 2005

El kit de salidas de emergencia

Para inspirarnos en esos relatos tan fantásticos, tenemos un kit de escritora de textos subidos de tono...pena que la informática siga siendo eminentemente masculina..snif..

03 julio 2005

Casting para película porno

Ayer por la noche ví uno de esos canales en los que únicamente aparecen tórridas escenas sexuales decoradas por publicidad de teléfonos 906 y mensajes para contactos.

Ayer era distinto, ya que la peli porno tenía voz, y lo que mostraban era una especie de casting para una película porno.

Llegaba la chica, una sudamericana de unos veintitantos, al sitio donde era el casting, una especie de garaje o algo así. Le recibía el director de la película y le pedía que se desnudara. La chica se quedaba en sujetador negro y en un tanga blanco, de esos de "hilo dental". La chavala estaba bastante bien, tenía muchas curvas, y se veía joven.

El director se acercó a ella, pidiéndole que se pusiera en posturas sensuales, ella le mostró el tanga, poniendo el culo en pompa. El tío le estuvo frotando el culo con interés y halagando su calidad. Luego le pidió que se quitara el sujetador, ella se quedó con las tetas al aire y el director fue a comprobar la calidad del material, sobándole las tetas en exceso. Tras esta aprobación física, el tío hizo pasar a uno de los actores, y le dijo a ella que le hiciera una mamada.

La chica se arrodilló delante del actor, se metió la polla en la boca y comenzó a chupársela, mientras tanto recibía indicaciones del director para metérsela más, para que lo hiciera más despacio. Ella llevaba un piercing en la lengua, lo cual le daba un aspecto bastante sensual a la mamada (si no fuera por la cara que ponía la chica, que se veía cortada, o incómoda...).

Finalmente el actor se corrió, el director le ordenó a ella que se dejara caer el semen por la cara frotándoselo con la polla, y aunque ella no parecía demasiado cómoda, el director le ordenó volverse a meter la polla chorreante en la boca.
Con esa prueba, acababa de pasar el casting.

El director definió esa prueba como "light", y a continuación propuso la realización de las diferentes escenas para la película que quería montar.

En total había tres actores, en las penetraciones vaginales con un actor, ella parecía bastante cómoda. Inicialmente se follaba a uno de los actores, cabalgándolo, mientras los otros dos, uno a cada lado, le tocaban las tetas y le abrían el culo con los dedos, para mostrarlo a la cámara. Luego entraba en juego una escena en la que otro actor la follaba desde atrás mientras ella se la comía a otro. Ella estaba a cuatro patas, y el actor que tenía detrás comenzó a darle por el culo. Se oyeron un par de gritos de dolor y cortaron la escena varias veces. En el siguiente plano aparecían de nuevo los tres actores. Uno de ellos estaba tumbado sobre la cama, y ella le estaba cabalgando, mientras le comía la polla a un segundo actor que tenía delante, y en esta situación aparecía un tercero que se la metía por detrás, mientras era penetrada vaginalmente.

La última escena consistía en tres mamadas, casi simultáneas, cuyo único objetivo era correrse al mismo tiempo sobre la cara de la chica. Luego el director, la ordenaba comerse cada una de esas pollas chorreantes.

Enfocaban su cara y ponía cara de dolor o de asco. Quise cambiar de canal varias veces, pero el morbo me llevaba a esperar la siguiente aberración. Era como quedarse a ver una pelea callejera, que no puedes evitar sacar los ojos de allí.

Me parecía terribe pensar en qué había podido llevar a esa chica, que ni parecía una actriz, ni fingía disfrutar, a dejarse hacer todas esas cosas.

Visto como juego sexual buscado, parecía excitante, pero me daba la impresión que para ella, eso sólo era una fuente de ingresos para alimentar a sus hijos o algo por el estilo, que no se daba si quiera el gusto de intentar disfrutar.

Lo más espectacular eran los comentarios del director mientras se hacían las escenas, en algunos de los casos eran de aliento, llamándola guapa, y diciéndole que bien lo estaba haciendo, pero en otros casos, eran alucinantes: "¿ves como ya no te duele?" mientras la tía cabalgaba a uno de ellos penetrada por el culo o el repetido varias veces: "cómetela", "métetela hasta la garganta" después de dejar alguna polla chorreante.

Yendo más allá, pensé que podría ser una actriz profesional simulando ser una novata de la cual abusaban sin escrúpulos dar más morbo a los espectadores...

Eso quise creer...

01 julio 2005

El día del Orgullo Gay


Estos días atrás que nos ha salido la vena boyera con diversos relatos lésbicos, nos sirven como homenaje para el día del orgullo gay, para que no importe con quién te lo montas si no cómo eres.
Muchas felicidades a todos lo que lo celebréis y ojalá en el futuro sólo sea otro día festivo más que celebrar, porque realmente habremos logrado la completa igualdad.
Besos húmedos para todos y todas desde salidas de emergencia.